Mi ciudad, Zaragoza, fue fundada por Julio Cesar. De allí su nombre. Está bañada por el río Ebro que, a su paso por Zaragoza, deja aguas abundantes río abajo, llevándose las canciones nostálgicas de las almas que las entonan a la Madre más singular de todas las Madre, la Virgen del Pilar.
Merece la pena ver mi cuidad y contemplarla paso a paso. Recorrer sus calles a pie y, si el cierzo nos deja, pararse en cada rincón para beber la magia de sus calles, plazas, palacios, iglesias… Zaragoza es Zaragoza. Tiene la impronta de los romanos, pero también, muy fuerte, de los arables. El Palacio de la Aljafería es tan bello como el de la Alhambra de Granada, aunque un poco más pequeño.
Te dejo estas fotos y este vídeo para que tu, lector de esto blog puedas contemplar…